¿Qué es el ratio diagnóstico y en qué me sirve para mi clínica?

El ratio diagnóstico nos permite saber si en nuestro centro estamos ofreciendo la realización de pruebas diagnósticas a nuestros clientes o no.


El ratio diagnóstico se consigue de la siguiente manera:

Esto nos va a dar un porcentaje que podríamos comparar con otros centros similares. Para una clínica generalista este ratio debería oscilar entre un 15 % a un 25%. Cuanto mas servicios especializados tenga, mas se debería acercar ese ratio al 25%. Cuanto mas tenga que ver con atención primaria, vacunaciones, etc., más se acercará al 15.

Es importante señalar, que el entorno económico no tiene una influencia fundamental en este ratio, teniendo que ver fundamentalmente el tipo de directrices del centro y el comportamiento individual de los veterinarios.

Como comparar nos con otros centros es bastante difícil (salvo que estés en un grupo como Clinicas Veterinarias Wecan), lo que si puede hacer es ver la evolución a lo largo del tiempo en tu clínica. Si tu clínica tiene este ratio bajo y quieres subir la cantidad de pruebas que recomiendas a tus clientes (esperemos que de una manera ética), puedes controlar la efectividad del cambio midiendo este ratio.

Es importante señalar, que el entorno económico no tiene una influencia fundamental en este ratio, teniendo que ver fundamentalmente el tipo de directrices del centro y el comportamiento individual de los veterinarios.

Y, hablando de veterinarios, también puedes trasladarlo a cada veterinario miembro de tu equipo, sacando de esta manera su manera de trabajar sin que quede oculta por la media del centro.

De esta manera iríamos sacando el ratio de cada veterinario de nuestro equipo. De esta manera podremos ver quien puede mejorar en esta faceta y darle las herramientas necesarias para mejorar. ¿Cuales son las herramientas? Yo las llamo las 3 Cs: Conocimiento, Comunicación y Confianza.

Con conocimiento sabremos qué pruebas debemos recomendar ante un caso clínico. Con una buena comunicación sabremos como ofrecerlas de una manera correcta para que el propietario acepte realizarlas por el bien del animal y el suyo propio. Y por último, la confianza. Un veterinario debe tener la confianza en si mismo de que lo que está haciendo es lo mejor posible dentro de las directrices y filosofía que tenga la clínica. Como gerentes de nuestros centros también debemos darle a nuestros veterinarios esa confianza necesaria y apoyarlos para que así sea.