Adaptarse o el Cierre

¿podría ser la adaptabilidad de un gerente la característica más importante de un gestor de clínica en estos tiempos?


Muchas son las habilidades necesarias de un gerente de una clínica veterinaria. Hay habilidades y capacidades que, simplificando, tienen que ver con el mantenimiento de estructura y funcionamientos del centro, como las habilidades en comunicación, la capacidad de negociación, el autocontrol y el liderazgo.  Otras permiten preparar el futuro como son la capacidad de planificación, la creatividad o el pensamiento crítico.

Sin embargo, en estos tiempos tan convulsos, (ver el articulo Cambios acelerados), podría ser que estas habilidades no sean suficientes para la supervivencia del centro. Es difícil planificar cuando todo puede ser absolutamente diferente en meses o incluso días. El pensamiento crítico nos ayuda a mejorar o valorar si lo que estamos haciendo es correcto o no, pero necesita tiempo por comparación de resultados.

 

Hay una habilidad que se ha vuelto crucial y es la adaptabilidad. Los cambios pueden venir por muchos lados. El COVID19 nos está obligando a cambios continuos. Empezamos con la adaptación de los protocolos de actuación para protegernos a nosotros mismos y a nuestros clientes del contagio. Para complicar más el problema, la normativa estatal, autonómica o municipal cambia en plazos muy breves. Si alguno de nuestros empleados sale positivo al covid, o ha tenido contacto con algún infectado hace saltar por los aires nuestra planificación de personal y turnos, justo cuando todavía estamos en fase de adaptación al nuevo convenio veterinario. Además, el COVID, esta provocando cambios en los horarios de muchas clinicas, lo que abre ventanas de oportunidad a los que estén más atentos.

 

Por otro lado, y aunque parece que el COVID lo tapa todo, los fondos de inversión que compran clinicas veterinarias siguen expandiéndose. El goteo es lento pero constante. Y en breve iremos viendo que sus consecuencias son reales en cuanto dejen de fijarse más en la expansión y se centren más en la búsqueda de rentabilidad. Ahí empezarán a saltar chispas porque se va a pelear por los clientes de manera mucho más agresiva de lo que hemos visto hasta ahora.

 

Y, por último, un cuadro macroeconómico hostil, o dicho en román paladino, la tremenda crisis que se nos viene encima. Económica y social. Vamos a tener que tomar decisiones rápidas y a veces con no demasiada información, en la que la intuición del gerente va a ser muy importante. Demorar una decisión puede abocar a la clínica a entrar en una espiral de números rojos de la que puede ser difícil salir. Adaptarnos a la situación económica, atendiendo a clientes que puede ser más agresivos en sus peticiones (ya lo vivimos en la anterior crisis de la que casi no hemos llegado a salir) va a obligarnos a lidiar con situaciones que van a tensionar mucho a nuestros equipos.

 

En Wecan intentamos hacer un ejercicio permanente de prospectiva, que nos permita adelantarnos a los problemas que se nos vienen encima. Cuanto mejor y mas preparados estemos, mas posibilidades tendremos no solo de resistir la ola sino de aprovecharla.

 

Me gustaría terminar recordando esta famosa frase de Charles Darwin:

“No es la más fuerte de las especies la que sobrevive, tampoco es la más inteligente la que sobrevive. Es aquella que se adapta mejor al cambio”. Creo que en estos tiempos es perfectamente aplicable a nuestras clinicas.