Mi perro es mi hijo: ¿Tenemos que hacer algo los veterinarios?

Algunas personas no entienden correctamente que es tener un animal a su cargo y cuales son sus necesidades


Es evidente que el cuidado de los animales ha mejorado espectacularmente en los últimos 20 años. Algunas encuestas y estudios han mostrado que un gran número de propietarios de mascotas los consideran miembros de la familia. Por ejemplo, en una encuesta realizada en los Estados Unidos en 2019 por la American Veterinary Medical Association (AVMA), el 95% de los dueños de perros y el 85% de los dueños de gatos consideraban a sus mascotas como miembros de la familia. Otro estudio en EEUU indicaba que un alto porcentaje de clientes prefería que se refirieran a ellos como "papas" o "mamas" de sus mascotas.

Este cambio de mentalidad ha llegado a implicar cambios en como denominamos a los responsables de los animales, ya que propietario empieza a ser mal visto y se buscan otros eufemismos como tutores, etc. Indicando que la relación no es jerárquica (propetario-mascota) sino una relación basada en el amor mutuo, en la que el humano tiene responsabilidad sobre la mascota pero ésta no es objeto que se posee y se puede hacer lo que se quiera con él. Incluso, la nueva ley de bienestar de los animales aprobada recientemente tiene esta mentalidad en su base.

Esa enorme implicación, sintiendo a sus animales como parte de su familia es muy bueno para las clínicas veterinarias, ya que por un miembro de la familia se hace lo que haga falta y por tanto el gasto en veterinarios (y otras cosas) aumenta a la par que aumentan los cuidados. Y esto, sin duda, es una gran noticia para nosotros, los propietarios de Clínicas Veterinarias. De hecho, la consultora MORGAN STANLEY, prevee que el gasto en mascotas se duplique hasta el 2030 (una de las muchas razones por las que los fondos de inversión compran clínicas veterinarias).

En España ya hay mas perros que niños en muchos lugares. El vínculo que se ha creado con perros, gatos e incluso, los encuadrados dentro del término exóticos, es muy intenso. Parte de nuestro trabajo como veterinarios es entender y cuidar ese vínculo. (Si quieres saber más sorbre el vínculo entre personas y animales ve a esta página VETBONDS)

Si todo esto está muy bien, ¿porque Rebelvet toca este asunto? Pues porque no hay duda de que está ocurriendo una humanización de los animales en ocasiones exagerada. Ropas de marca, carritos para llevarlos en vez de que vayan andando (quiten de aqui los animales con un problema fisico), cafés para perros, disfraces y un larguísimo etcetera. Esto no sería un problema en si mismo....mientras dejemos que un perro siga siendo un perro y no un ser humano de cuatro patas. Un perro debe jugar, estar con otros perros, correr por una pelota, revolcarse en la hierba o el barro, meterse en el agua, oler el culo a otros perros para reconocerlos. Todas estas acciones, que son normales para los perros en ocasiones están siendo cortadas en en post de esta antropomorfización del animal. Nosotros, los veterinarios, debemos detectar esto y como garantes de la salud de los animales, hacer las recomendaciones necesarias para que los perros puedan tener una vida feliz como etológicamente necesita un perro.

Cuidar de un perro o un gato es asumir una gran responsabilidad. El Director General de Derechos de los Animales dejó claro, en el reciente congreso Agesvet-GGA, que tener a una animal es un lujo, ya que el propietario debe tener suficientes recursos económicos para cubrir sus necesidades y porque nadie obliga a tener un perro o un gato. El famoso curso que la Ley de Bienestar Animal dice que debemos hacer todos los propietarios de animales parece que va en el sentido de que los posibles dueños de animales comprendan las necesidades de éstos para cuidarlos correctamente.

Hasta ahora hemos visto muchos problemas por la falta de conocimientos en el cuidado, especialmente en animales exóticos. Pero los problemas de comportamiento derivados de tratar a un animal como un humano son relativamente nuevos. De hecho, es un motivo de abandono que el animal no se comporte como un humano sino como lo que es, y esto sea malentendido por su propietario como un problema.

Recientemente se ha publicado un libro sobre esta cuestión: El mejor amigo del perro: Breve historia de un vínculo único, de Simon Garfield (Editorial Taurus). Garfield, que es autor de best sellers internacionales. Así que el libro nace de su amor por Ludo, su perro, pero también de su interés por abordar la relación -el «vínculo único»- que une a perros y personas y que no siempre es de sentido común.

Nos queda trabajo por delante.